Lección I

La lección se erige como verdadero pilar en el contexto de la muestra. La omnipresente silla, paradigmática representación de la presencia y la actividad humana, en este caso se pliega sobre sí misma en el esfuerzo de contener una torre interminable de libros que se eleva hasta el techo de la sala y pretende ser infinita. Escala de Jacob y Biblioteca de Babel borgiana a la vez, pone en evidencia un cuestionamiento abierto sobre el conocimiento y los preceptos dominantes en la construcción del saber. La columna de libros, según como se mire, se explaya platónicamente hacia el ideal de un saber universal, o tambalea y se desploma bajo su propia inestabilidad. El sujeto doblegado en su pasividad, representado por la silla, sugiere una posible respuesta, una vez más acertadamente abierta, e interpela al espectador y lo invita a considerar su participación como un agente necesariamente activo y el aprendizaje como una actividad creativa que, más que acumular datos, los cuestiona, los experimenta y los reconfigura en una búsqueda particular de construcción de sentido. Camilo Calderón Sánchez